Sin lugar a dudas, muchas personas se sorprendieron esta semana después de que la agencia de noticias Reuters publicara una nota titulada: "Enlace cerebro-computadora habilita a un hombre paralítico de California a caminar". Dicho artículo, que publica los avances alcanzados en una investigación realizada en la Universidad de California, Irvine; inicia diciendo: Una tecnología cerebro-computadora que puede traducir los pensamientos en movimientos de piernas ha permitido a un hombre paralizado de la cintura hacia abajo debido a una lesión en la médula espinal en convetirse en el primero de este tipo de pacientes en caminar sin el uso de robótica. Si le interesa, a continuación puede ver un video en el que los investigadores de la mencionada universidad demuestran los resultados alcanzados por su trabajo. Si usted es como yo, es muy probable que después de haber visto el video haya también pensado en que el título de la nota de Reuters -así como las declaraciones de su primer párrafo- resultan ser un poco exagerados. Quizás un título más apropiado para el artículo debiera ser algo como "Enlace cerebro-computadora habilita a un hombre paralítico de California a dar algunos pasos a lo largo de una corta distancia." Por otro lado, si bien el primer párrafo del texto resalta adecuadamente la ausencia de prótesis robóticas en el paciente, también pudiera haber sido ser más específico en el hecho de que el chico de 28 años sí tuvo otro tipo de asistencia mecánica para poder caminar, como por ejemplo el arnés que le ayudaba a mantenerse erguido. Pero bueno, los títulos sensacionales son también parte de las estrategias de la mercadotecnia y consiguen más lectores. Para ser justos, se debe mencionar que el artículo publicado en la página de la universidad en la que se realizó la investigación resulta ser mas sobrio en los alcances realizados. El subtítulo de la nota aclara que lo que han realizado es tan sólo una "prueba de concepto" que "muestras las posibilidades" de una nueva tecnología. Más adelante, el artículo menciona que lo observado en el video es un estudio "preliminar" que permitió a la persona caminar una corta distancia. Menos de cuatro metros para ser exactos. El hecho sigue siendo sorprendenteCon todo, los logros alcanzados por esta investigación son verdaderamente sorprendentes. Estamos hablando del desarrollo de una nueva tecnología que es capaz de "capturar" -por decirlo de alguna manera- las señales eléctricas generadas por el cerebro, procesar e identificar la información contenida en estas señales, para luego enviar estímulos eléctricos que al aplicarse a través de electrodos en las rodillas del paciente consiguen generar el movimiento adecuado en los músculos de sus piernas. El resultado: una persona que debido a un accidente en motocicleta es paralítica desde hace cinco años puede de nuevo mover sus piernas. Todo sin la necesidad de realizar ninguna cirugía. El sistema es completamente no invasivo. Aunque hayan sido tan sólo unos cuantos pasos los obtenidos, los logros son en verdad sorprendentes y merecen ser reconocidos. Logros en las áreas de la visión y la audiciónLa investigación mencionada arriba se une a otros importantes logros y avances en materia de la tecnología electrónica aplicada a la salud, entre los que también podemos mencionar a los implantes cocleares y los implantes retinales. Los implantes cocleares son dispositivos ya bastante utilizados que permiten recobrar la audición en pacientes que presentan determinado daño en el conducto auditivo, pero en quienes los nervios auditivos están intactos. Nuevamente, aplicando a estos nervios a través de un electrodo las señales eléctricas adecuadas -señales que son generadas por un microcircuito implantado quirúrgicamente- es posible restaurar la capacidad de "percibir" el sonido. El microcircuito genera las señales eléctricas correspondientes al sonido ambiente, que es capturado en el exterior por un procesador de sonido el cual envía la información a través de un enlace inalámbrico. Si también le interesa, abajo puede ver un corto video que explica el funcionamiento de estos interesantes dispositivos electrónicos. Los implanten retinales son otro avance tecnológico sorprendente. Mediante un proceso semejante al de los implantes auditivos -una cámara exterior captura la información, que es procesada y enviada inalámbricamente a un pequeño circuito implantado que estimula los nervios ópticos- potencialmente personas que tienen daño irreparable en la retina pueden "recobrar" una muy pequeña parte de la visión: disitnguir entre luz y oscuridad permitiendoles así ver el mundo de una forma "pixeleada" en el que podrán diferenciar entre dos objetos diferentes, aunque no sean capaces de reconocer los objetos -o personas- en específico. A continuación también les comparto un video creado por la Universidad de Carolina del Norte en el que un hombre que perdió la vista hace 30 años se convirtió en apenas la séptima persona en todo los Estados Unidos en recibir la ayuda visual, después de que el sistema fuera aprobado por las autoridades correspondientes de ese país. A continuación quisiera reflexionar y compartir algunos pensamientos acerca de cómo creo que los cristianos debiéramos reaccionar y pensar en relación a estos importantes avances de la tecnología y la medicina. No convirtamos nuestros logros en una Torre de BabelEn nuestra sociedad probablemente muchas personas desearán apuntar hacia estos y otros sorprendentes logros científicos y tecnológicos para resaltar solamente la grandeza del ser humano: la tremenda capacidad de su intelecto y su capacidad para resolver todos los problemas que como humanidad tenemos en este mundo y de alcanzar todas las metas que nos hemos propuesto. En la actualidad, muchos de los que no creen en Dios ni en los milagros narrados en la Biblia, han convertido a la ciencia en su esperanza para el futuro, señalando que por fin somos capaces de lograr en verdad lo que "falsamente" se narra en los evangelios: dar vista a los ciegos (Juan 9:1-12), audición a los sordos (Marcos 7:31-37) y la capacidad de caminar al paralítico (Marcos 2:1-12). Lo cierto es que la sociedad en general ha convertido todos los logros y avances que hemos tenido en ciencia y tecnología en una nueva especie de Torre de Babel (Génesis 11:1-9). Es decir, en nuestra cultura la ciencia es un "testimonio" de la supuesta grandeza del hombre y de su capacidad de vivir en independencia de Dios (o de cualquier divinidad). Así como los moradores de Babel, muchos en la actualidad creen que si nos lo proponemos; eventualmente con la ciencia "alcanzaremos el cielo" y lograremos resolver toda clase de problemas. Según ellos, la educación y la ciencia lograrán finalmente resolver los agudos problemas de hambre, pobreza y salud de la especie humana. Desafortunadamente cuando la sociedad actual piensa de esta manera en realidad demuestra que, aunque científica y tecnológicamente hemos progresado mucho con respecto a los habitantes de Babel, moral y espiritualmente seguimos estancados en el mismo lugar de desafío e independencia de Dios. Lo que muchos necesitan es que, como en la antigua historia de Babel, Dios descienda para confundirlos. Y para ello, tan sólo se necesita una mirada sobria a nuestros "grandes" logros en comparación con lo narrado en los Evangelios. En ellos, los ciegos no sólo recuperaban una capacidad de distinguir luz de oscuridad. Recibían su vista completamente restaurada. Los paralíticos no solamente podían mover sus piernas de nuevo. Podían levantarse sin niguna clase de asistencia y dar saltos de alegría en su camino a casa. Y todo ello, no como resultado de costosas intervenciones quirúrgicas y aparatos que tan solo unos pocos pueden pagar; sino simplemente bastaba un toque de la mano del Mesías o el simple poder de Sus palabras. Honor a quien honor en verdad mereceSin pretender demeritar el valor de la inteligencia, del esfuerzo, el estudio, la dedicación y visión de quienes han desarrollado todos estos avances tecnológicos, quisiera mencionar que en última instancia todo ello apunta hacia la gloria de alguien mayor: nos dirige a la grandeza de nuestro Dios. Después de todo, si el ser humano tiene la capacidad de invención, creatividad, imaginación es porque éste fue creado a imagen de Dios (Génesis 1:27). La nuestra es más bien una "grandeza" heredada. No es inherentemente nuestra, más bien nos ha sido impartida. Nuestros logros son debidos a que Dios nos creó de esa manera y ultimadamente, Él merece la gloria por ellos. Si hay algo digno de alabanza en el hombre, eso quiere decir que en Dios hay esa misma dignidad multiplicada por el infinito más uno. Así que, cuando nos veamos sorprendidos por los alcances de la capacidad del ser humano, debemos dejar de ver hacia el hombre solamente y dirigir la mirada al origen y sustentador de esa capacidad, al Creador de todo lo que existe. Aún más, si el ser humano es capaz de desarrollar tecnología para el bien de sus congéneres, eso también es una muestra de la gloria de Dios, específicamente de lo que los teólogos llaman "gracia común". Todos somos testigos de la tremenda capacidad que el hombre tiene también para el mal. Mucha tecnología se ha desarrollado también con motivos bélicos y de destrucción. Aún más, otros avances tecnológicos que originalmente se crearon con buenos propósitos se han utilizado para propósitos malos y perversos. Es cierto, no todos los seres humanos son así de malo; incluso algunos en apariencia externa son amables y buenos hacia su prójimo. Pero si cada persona no es un Hitler esto se debe a la gracia común que restringe en el hombre esa capacidad de perversión. Si hay personas que pueden dedicar su vida para ayudar a sus semejantes se debe también a la gracia común que es la fuente de ese bien. Por último, me gustaría mencionar que si el hombre siente ese impulso a desarrollar tecnológia -o arte o logros deportivos para todo caso- es porque fue creado con ese propósito. Cuando Dios creó al hombre le impartió el llamado "mandato cultural" a señorear sobre la creación (Génesis 1:28) y obtener toda clase de fruto de ella: ciencia, arte, cultura y el desarrollo de una sociedad. Es este último punto que me gustaría desarrollar aunque sea de manera breve para concluir. El Mandato Cultural y la Gran Comisión van de la manoUna de las cosas que nunca debemos olvidar -o hacer menos- es el hecho de que Dios nos creó para que seamos fructíferos en esta tierra. Dios nos creó con ese propósito el cual es inherente a nuestra naturaleza a imagen de Dios. La caída no eliminó esa imagen de Dios en nosotros, solamente la distorsionó. Así que la caída no anuló ese mandato, sólo lo ha distorsionado. Seguimos dominando la creación pero la mayoría de las veces nos olvidamos que Dios nos ha mandado que lo hagamos para Su gloria, de manera que dicha gloria la depositamos donde no debe estar: en nosotros mismos. Así como la caída no anuló el mandato cultural, la Gran Comisión que Jesús nos dejó -el hacer discípulos en todas las naciones- tampoco lo hace. De hecho, podemos decir que la intención de la Gran Comisión es más bien restaurar a su estado original ese mandato cultural: hacer discípulos en todas las naciones para que en todas las naciones se cree sociedad y cultura para la gloria de Dios. Cuando Jesús inició su ministerio en la tierra, lo hizo anunciando que el Reino de Dios se había acercado al hombre (Mateo 4:17). Una de las evidencias de la presencia del Reino de Dios eran las señales de que la creación estaba siendo restaurada a su estado original y los efectos del pecado y la caída estaban siendo revertidos. Los pecadores no sólo se arrepentían y eran salvados, sino que también los enfermos eran sanados, los sordos podían ahora escuchar, los paralíticos caminar y los ciegos ver. Los milagros de Jesús apuntan a ese estado final en la consumación de la historia en el que todo mal será revertido, y no habrá más lágrima ni muerte ni dolor en la creación de Dios (Apocalipsis 21:4). Los creyentes en Jesucristo debemos recordar que llevar el Evangelio a todas las naciones es la labor más importante, pero no a expensas de cumplir con el mandato cultural que Dios nos dio desde que creo al ser humano. La extensión del Reino de Dios entre las naciones también está relacionado con el continuar con el proceso de restauración que nuestro Señor inició hace dos mil años, reclamando cada centímetro de la creación, de la sociedad, de la cultura, de la ciencia y de la tecnología para la gloria de Dios. En las últimas décadas la iglesia evangélica ha despertado a la necesidad de enviar misioneros a las naciones no alcanzadas, pero también requiere despertar a la necesidad de enviar misioneros a los hospitales, a las escuelas, a las universidades, a las bolsas de valores que cumplan a la vez con la Gran Comisión y con el Mandato Cultural. Así es como podremos desbaratar esa Torre de Babel que como sociedad hemos construido y volver la adoración a quien verdaderamente la merece. Imagen de Blausen.com staff.
1 Comentario
José Manuel
2/10/2015 07:55:23 pm
Buen tema mi estimado hermano, pero me hace pensar, que si Dios ha dado dones a los hombre y ha capacitado al hombre (como bien dices en tu texto fue hecho a su imagen) para poder desarrollar esta tecnología, es desagradable cuando la gloria no es dada a Dios si no al hombre.
Responder
Tu comentario se publicará una vez que se apruebe.
Deja una respuesta. |
Archivos del blogAgosto 2017 Julio 2017 Junio 2017 Abril 2017 Marzo 2017 Febrero 2017 Enero 2017 Diciembre 2016 Noviembre 2016 Octubre 2016 Septiembre 2016 Agosto 2016 Julio 2016 Junio 2016 Mayo 2016 Abril 2016 Marzo 2016 Febrero 2016 Enero 2016 Diciembre 2015 Noviembre 2015 Octubre 2015 Septiembre 2015 Agosto 2015 Julio 2015 Junio 2015 Mayo 2015 Abril 2015 Marzo 2015 Febrero 2015 Enero 2015 Diciembre 2014 Octubre 2014 Septiembre 2014 Agosto 2014 Julio 2014 Junio 2014 Mayo 2014 Abril 2014 Marzo 2014 Febrero 2014 Enero 2014 Diciembre 2013 Abril 2013 Enero 2013 Diciembre 2012 Marzo 2012 Mayo 2011 Febrero 2011 Enero 2011 Diciembre 2010 Noviembre 2010 Julio 2010 Junio 2010 Mayo 2010 Abril 2010 Marzo 2010 Febrero 2010 Enero 2010 Diciembre 2009 Noviembre 2009 Octubre 2009 Septiembre 2009
|
Fotos utilizadas con licencia Creative Commons de Neticola, Brett Jordan, Anna & Michal, chriswasabi, Ryk Neethling