La enseñanza contenida en el libro de Eclesiastés es atribuida a una persona identificada como el "Predicador" (1:1 LBLA). La palabra hebrea traducida como "predicador" (Qoheleth) está relacionada con el término hebreo utilizado para describir a una "asamblea" (Heb. Qahal). En la Biblia, la palabra Qoheleth es a veces utilizada como el título dado a un orador oficial que convoca y se dirige a una asamblea (cf. 1 Reyes 8:1). Es por eso que el término es comúnmente traducido como "Predicador" o "Maestro".
En un sentido estricto, el autor del libro permanece anónimo, dado que en realidad no se atribuye a sí mismo nombre personal alguno. Sin embargo, tanto los estudiosos judíos como cristianos comúnmente le atribuyen la autoría de Eclesiastés a Salomón, dado que el libro describe al Predicador como "hijo de David, rey en Jerusalén" (1:1) y como alguien que poseía gran sabiduría (1:16) y riqueza (2:1-9). Además, las búsquedas vanas del autor descritas en el capítulo 2 del libro parecen describir la apostasía evidenciada en la vida de Salomón. Aunque es debatido, el rey Salomón parece ser la persona que mejor encaja con la descripción del Predicador y es personalmente creo que esta concepción es correcta. Sea como sea, lo que es importante observar es que el libro de Eclesiastés es en muchos sentidos autobiográfico. Sea quien sea su autor, podemos ver que esa persona está profundamente involucrada en las cuestiones que plantea y analiza. Este "Predicador" ha experimentado por sí mismo muchas de las cosas que describe en el libro. Además, es posible inferir del texto que al momento de escribir Eclesiastés, el autor era ya una persona de edad avanzada, quizás cerca del final de su vida, por lo que ahora se encuentra meditando y reflexionando en sus experiencias de vida y las lecciones que aprendió de ellas. También es evidente que fue una persona poseedora de mucha riqueza material y también un hombre de poder político y de influencia en la sociedad. En cierta forma, fue esta riqueza y poder la que le permitió emprender la búsqueda de la satisfacción y el significado de la vida que le diera respuesta a su pregunta: ¿Vale la pena vivir?
0 Comentarios
Tu comentario se publicará una vez que se apruebe.
Deja una respuesta. |
Archivos del blogAgosto 2017 Julio 2017 Junio 2017 Abril 2017 Marzo 2017 Febrero 2017 Enero 2017 Diciembre 2016 Noviembre 2016 Octubre 2016 Septiembre 2016 Agosto 2016 Julio 2016 Junio 2016 Mayo 2016 Abril 2016 Marzo 2016 Febrero 2016 Enero 2016 Diciembre 2015 Noviembre 2015 Octubre 2015 Septiembre 2015 Agosto 2015 Julio 2015 Junio 2015 Mayo 2015 Abril 2015 Marzo 2015 Febrero 2015 Enero 2015 Diciembre 2014 Octubre 2014 Septiembre 2014 Agosto 2014 Julio 2014 Junio 2014 Mayo 2014 Abril 2014 Marzo 2014 Febrero 2014 Enero 2014 Diciembre 2013 Abril 2013 Enero 2013 Diciembre 2012 Marzo 2012 Mayo 2011 Febrero 2011 Enero 2011 Diciembre 2010 Noviembre 2010 Julio 2010 Junio 2010 Mayo 2010 Abril 2010 Marzo 2010 Febrero 2010 Enero 2010 Diciembre 2009 Noviembre 2009 Octubre 2009 Septiembre 2009
|
Fotos utilizadas con licencia Creative Commons de Neticola, Brett Jordan, Anna & Michal, chriswasabi, Ryk Neethling