"Es genial." "¡Brillante respuesta!" "Asombroso." "¡Está increible!" Estas expresiones y otras semejantes suelen acompañar a uno de los videos que más veces he visto que se comparta en las redes sociales... al menos por cristianos. Me refiero a aquel video en el que se puede ver a un niño refutar las afirmaciones de un profesor ateo con un argumento que, a juzgar por las expresiones de admiración de las personas que lo han compartido; es concluyente e irrefutable. Al final del corto se nos dice que aquel brillante y valiente niño es Albert Einstein. ¿Ha visto alguna vez usted ese video? Si no es el caso y tiene el interés y tiempo suficiente, puede reproducirlo a continuación, para que tenga una idea más clara de lo que quisiera hablarle en esta entrada. ¿Qué le pareció la historia? ¿Interesante, quizá? Considerando el número de veces que lo he visto compartido en las redes sociales, muchas personas también piensan que lo es. Sin embargo, a manera personal estoy convencido que como creyentes debiéramos abstenernos de compartir este video y a continuación le proporciono dos razones que le pido por favor analice. 1. No es posible comprobar la veracidad de la anécdotaEn efecto, no es posible afirmar que el evento que el video representa realmente ocurrió. Es más, un poco de investigación permite poner en duda la veracidad de la historia; pues está plagada de inconsistencias con lo que se sabe y está documentado acerca de la vida temprana de Einstein. A continuación le presento un tres datos que me hacen dudar que lo narrado en el video realmente ocurrió. a) Por la aparente edad del niño en el video, es muy probable que Einstein estuviera asistiendo a un colegio religioso -católico para ser preciso-. En ese colegio se le impartía a los alumnos educación relacianada con la fe católica. Considero poco probable que en un colegio fundado para impartir una enseñanza religiosa hubiera profesores ateos enseñando. b) Se sabe que Einstein en su infancia recibió poca instrucción religiosa por parte de su familia. Sus padres, que de hecho eran judíos -no cristianos- se preocuparon muy poco por impartir a sus hijos fe alguna. El poco compromiso de los padres de Einstein con la religión judía se evidencia en el mismo hecho de que lo hayan enviado a un colegio con isntrucción católica. Aunque es más una conjetura mía, considero poco probable que Einstein haya sido un niño celoso de la religión y la creencia en Dios. c) Está documentado que Einstein de niño, aunque era un estudiante muy bueno; nunca dio muestras de genialidad o brillantez. Es más, muchos testimonios describen que fue considerado como un infante con problemas de aprendizaje. Debido a ello, en lo personal considero poco probable que a esa edad Einstein haya dado muestras de "genialidad" como la que el video intenta representar. Sé que las tres razones anteriores no son completamente concluyentes para descartar que el evento realmente ocurrió. Sin embargo permítame comentarle algo que considero todavía más importante: Se sabe que la anécdota de Einstein confrontando al profesor ateo ha circulado en el internet desde hace ya mucho tiempo con diferentes versiones. De hecho, la primera versión de la historia con la que me encontré en el internet (hace varios años) narra un contexto completamente diferente, en el que Einstein se encontraba ya en la universidad. Esto último es el hecho que más me preocupa cuando veo que un cristiano comparte el video con expresiones de admiración. Le pido que por favor lo considere seriamente. El simple hecho de que existan al menos dos versiones completamente diferentes de una misma historia indica -al menos para mí- que la anécdota probablemente no está documentada y es falsa. ¿Está usted dispuesto a compartir algo de lo que no está seguro que realmente ocurrió? ¿Qué dice eso acerca de nuestra capacidad como cristianos de dar un testimonio de nuestra fe? ¿Qué refleja acerca de nuestra capacidad de análisis cuando compartimos algo sin tomarnos siquiera la molestia de asegurarnos que es veraz? 2. El argumento del niño en realidad es deficienteEn realidad no importa mucho si Einstein verdaderamente dijo o no lo que se muestra en el video, pues independiente de ello el argumento es malo y no responde satisfactoriamente al cuestionamiento del profesor. Más importante aún, quisiera hacer énfasis en el hecho de que las razones proporcionadas por el niño son inconsistentes con la enseñanza bíblica y genera más preguntas que las que responde.
Para empezar, el niño afirma que el mal en realidad es la ausencia del bien. ¿Podría usted explicarme qué significa eso de la "ausencia del bien"? ¿Podría además respaldar tal explicación con una cita bíblica? ¿Sabía usted que éste argumento está más bien basado en filosofía no cristiana que en la verdad de la Palabra? Por otro lado, ¿qué significa eso de que el mal es simplemente la ausencia de Dios en los corazones de los hombres? La Biblia enseña que, a pesar de que en Su naturaleza Dios trasciende la creación, también es inmanente a ella. No hay un solo lugar en todo el universo que se pueda decir que carece de la presencia de Dios, quien lo llena todo y también lo desborda a la vez. Como dijo el apóstol Pablo: "En Él vivimos y nos movemos" (Hechos 17:28). En realidad, el contenido del video no es otra cosa que una versión más del deficiente argumento que busca de alguna manera poner la responsabilidad de todo lo malo que ocurre en el hombre y librar así a Dios de culpabilidad. Dios no es la causa del mal. El hombre lo es. En cierto aspecto, es cierto que Dios no es responsable, ni creador, ni culpable del mal que ocurre en la tierra. Pero el asunto no es así de simple. Lo anterior tan sólo equivale a querer barrer el polvo bajo la proverbial alfombra. Pretendemos ocultar el problema del mal tapándolo con la supuesta libertad y autonomía del hombre. Pero la Biblia no nos permite una salida tan fácil. Olvidémonos por un momento del mal moral al que el video hace referencia (actos malos cometidos por el hombre como robar, asesinar, mentir, etc.) ¿Qué hay acerca del mal que podemos llamar situacional? Con ello me refiero por ejemplo a desastres naturales, como terremotos, inundaciones, tsunamis, etc. El hombre no es responsable de estos terribles eventos, por supuesto. Sin embargo, la Biblia enseña que Dios controla y sustenta Su creación. La Biblia muestra a Dios haciendo milagros que implican un control absoluto sobre la naturaleza, como partir un mar en dos partes, detener el sol y convertir el agua en vino. ¿Por qué Dios no evita entonces que ocurran esos desastres que tanto mal y dolor causan al hombre? Ahora bien, respecto al mal moral cometido por los seres humanos, si bien es cierto que el hombre es el responsable de sus actos malos, ¿no podría Dios evitarlo? ¿No es acaso la enseñanza de la Biblia que Dios es Todopoderoso? Si Dios es Todopoderoso y Él es bueno, entonces ¿por qué permite que los hombres se hagan daño unos a otros? ¿Ve a donde quiero llegar? Lo que quiero darle a entender es que según la enseñanza bíblica, de alguna manera es la voluntad de Dios que el mal ocurra. Está dentro de Su voluntad. Permitir que ocurra es lo mismo que no impedir que ocurra. Y para ello, la voluntad de Dios tiene que estar de acuerdo con el evento en sí mismo y las consecuencias de éste. Eso no es todo. Si profundizamos todavía más en lo que la Biblia enseña, nos daremos cuenta que Dios no sólo permite que el mal ocurra, sino que también lo ordenó. Es decir, Dios decretó desde antes de la creación del mundo, que los actos malos cometidos por el hombre acontezcan y tendrán que acontecer. El ejemplo más claro de todos es la misma crucifixión de Jesús. La muerte de Cristo en la cruz fue un malvado acto realizado a través de engaños, traición y cobardía entre otras maldades. Y las personas fueron quienes cometieron esas maldades y son enteramente responsables de ellas. Y sin embargo, la Biblia dice de todas esas maldades que la mano de Dios y Su consejo determinaron de manera anticipada que sucedieran (Hechos 4:28). La grandeza y la gloria de Dios brillan cuando vemos su Soberanía sobre el mal y en cómo, sin ser Él el responsable o culpable de la maldad, Dios la ha ordenado y la utiliza para Sus sabios y gloriosos propósitos. Y decir que el mal es tan sólo la "ausencia de Dios en nuestros corazones" es una muy pobre explicación que no refleja la verdad de la Biblia y no proporciona una respuesta satisfactoria a la pregunta del ateo: ¿Por qué el mal existe? Así que por favor, piénselo dos veces antes de compartir algo que se ha encontrado en las redes sociales. Averigüe primero si es verídico. Medite también si es acorde a la enseñanza bíblica.
0 Comentarios
En realidad no quisiera tener que hacerlo, pero debido a la gravedad de mi caso creo que finalmente tengo que admitirlo... Desde hace mucho tiempo que sufro los síntomas de un muy extraño padecimiento (hasta hace poco desconocido) al que los expertos le han dado el nombre del síndrome del "Vengador de la Red". Esta singular afección también es conocida como el mal del "Justiciero de la Redes Sociales". ¿Nunca había escuchado de ello? Déjeme entonces contarle los pormenores del problema para que pueda estar alerta ante la aparición de cualquier síntoma en su persona. Debido a este raro padecimiento, la mayoría de las veces siento el extraño impulso de tener que corregir todas las injusticias y enmedar todos los errores que encuentro publicados en el internet... en específico en las redes sociales. Después de todo, en un mundo como el de las redes sociales donde prácticamente no existen reglas ni leyes; no faltan aquellos que creen que pueden publicar lo que sea, no importa si el texto o imagen que comparten se constituye en una felonía en contra de la lógica y el sentido común o peor de todo, en un asalto a la verdad. Pero no se preocupe tanto por mi. Los médicos me comentan que mi mal todavía no se ha desarrollado hasta llegar a una etapa aguda. Al presente, los síntomas sólo se manifiestan cuando me encuentro ante publicaciones de otros cristianos. Por alguna razón, ese deseo de hacer justicia por mi propia mano es particularmente fuerte ante las publicaciones problemáticas de compañeros creyentes. No se por qué, pero a muchos cristianos les gusta compartir en sus muros personales cualquier cantidad de cosas que atentan contra la verdad bíblica. Antes (cuando los tiempos eran mejores), los cristianos estábamos limitados a pegar calcomanías en las partes traseras de nuestros automóviles, donde el daño cometido no era tan grande. Pero con el advenimiento del Facebook y Twitter, los crímenes son potencialmente más graves pues son cometidos ante un mayor número de víctimas y testigos. Comentarios poco meditados y útiles respecto a problemas de nuestra cultura y sociedad (llámese aborto, matrimonio homosexual, etc.), imágenes con frases cursis y/o románticas pero de escasa precisión bíblicas, textos bíblicos sacados fuera de su contexto, todo esto abunda en las redes sociales sin que nadie haga algo... Y lo peor de todo es que el impulso por intentar resolver el problema se hace más fuerte en proporción a los números de "Me Gusta" o a las veces en que la imagen se ha compartido. Gracias a Dios, los médicos han descubierto la verdadera causa de mi padecimiento y ahora saben que mi transtorno no lo he adquerido por contagio sino que es congénito. Todavía mejor, los especialistas también han logrado detectar que el problema se encuentra principalmente en mi corazón: nací con extraordinarios niveles de orgullo en ese órgano. He descubierto que el evitar en la medida de lo posible entrar a las redes sociales resulta de mucha ayuda, pero el efecto de esta terapia casi siempre es temporal y algunas veces las recaídas pueden ser peores. Afortunadamente, los galenos han descubierto una forma de aliviar mi mal. El tratamiento es relativamente simple pero difícil de seguir todo el tiempo. Me han dado una dosis inicial de reconocer que no soy el salvador del mundo. Ese título ya se lo ha ganado otro que vivió hace poco más de dos mil años y por cierto no lo compartirá con nadie más. También me han recetado una cucharadita diaria de humildad... Pero la verdad esta medicina tiene inicialmente un sabor amargo y no la quiero tomar de acuerdo a las recomendaciones, por lo que en ocasiones el Señor me inyecta providencialmente fuertes cantidades de humillación, cosa que le agradezco mucho. Finalmente, me han recomendado que en algunas ocasiones (sólamente cuando el crimen percibido es realmente grave) es útil ventilar mi frustración, siempre y cuando lo haga de manera respetuosa y en amor. El terapeuta me ha dado la libertad de aplicar su consejo de la manera que encuentre más adecuada, por lo que he decidido que si en algún momento lo intento, trataré de corregir el error por este medio, donde solamente los interesados puedan interactuar conmigo y no haya así víctimas "inocentes" en mi cruzada personal contra el crimen. Creo que esto es lo mejor que puedo hacer, aunque como ya he mencionado.... algunas veces me cuesta trabajo seguir el tratamiento como me lo han recomendado. |
Archivos del blogAgosto 2017 Julio 2017 Junio 2017 Abril 2017 Marzo 2017 Febrero 2017 Enero 2017 Diciembre 2016 Noviembre 2016 Octubre 2016 Septiembre 2016 Agosto 2016 Julio 2016 Junio 2016 Mayo 2016 Abril 2016 Marzo 2016 Febrero 2016 Enero 2016 Diciembre 2015 Noviembre 2015 Octubre 2015 Septiembre 2015 Agosto 2015 Julio 2015 Junio 2015 Mayo 2015 Abril 2015 Marzo 2015 Febrero 2015 Enero 2015 Diciembre 2014 Octubre 2014 Septiembre 2014 Agosto 2014 Julio 2014 Junio 2014 Mayo 2014 Abril 2014 Marzo 2014 Febrero 2014 Enero 2014 Diciembre 2013 Abril 2013 Enero 2013 Diciembre 2012 Marzo 2012 Mayo 2011 Febrero 2011 Enero 2011 Diciembre 2010 Noviembre 2010 Julio 2010 Junio 2010 Mayo 2010 Abril 2010 Marzo 2010 Febrero 2010 Enero 2010 Diciembre 2009 Noviembre 2009 Octubre 2009 Septiembre 2009
|
Fotos utilizadas con licencia Creative Commons de Neticola, Brett Jordan, Anna & Michal, chriswasabi, Ryk Neethling