Colosenses 2:6 dice lo siguiente: "Por tanto, de la manera que habeis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él". Te invito a que consideres por un momento lo que está escrito arriba. Luego piensa en aquel aspecto de tu carácter que tanta frustración y problemas te ha traído. Quizás eres una persona impaciente o ansiosa. También puedes pensar en aquel pecado que por más que has intentado mortificar, sigue presente en tu vida. Probablemente crees que has hecho todo tu esfuerzo, todo lo humanamente posible por cambiar, y sin embargo hasta ahora no hay mucho fruto. Tal vez.... Tal vez el problema no es que te has esforzado poco. Tal vez es todo lo contrario. Te has esforzado demasiado.... Pero ha sido sólo un esfuerzo humano. Tú esfuerzo humano. Tal vez sea hora de regresar a la cruz, recibir el perdón de Dios y el don del arrepentimiento, junto con la gracia para andar en novedad de vida. Sé que mi propio corazón necesita ser examinado a la luz de todo esto. Dios les bendiga.
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Jonathan Edwards (1703-1758) es considerado por muchos como "uno de los más grandes y profundos teólogos protestantes en la historia de Estados Unidos" (cita textual tomada de Wikipedia). Edwards es conocido por sus numerosos sermones así como por diversas obras teológicas y devocionales. También es conocido por haber participado en el llamado "Gran Avivamiento", sucedido en los Estados Unidos de Norteamerica entre los 1739 y 1740. Edwards fue testigo de un gran número de gente que profesaba convertirse al cristianismo. Muy probablemente ésa fue la razón por la que Edwards -movido por los acontecimientos de su época- se dedicó a escribir mucho acerca de la naturaleza y carácter del verdadero creyente. Cuando Edwards aborda estos temas, refleja una profunda convicción y reflexión bíblicas. A pesar de que en lo personal no he leído mucho a Jonathan Edwards, puedo decir que leer sus escritos producirá que seamos animados, exhortados y sobre todo, confrontados con los afectos de nuestro corazón. A continuación les presento una muestra de su pensamiento: El disfrutar a Dios es la única felicidad con la cual nuestras almas pueden estar satisfechas. Quiera Dios utilizar Su Palabra para que nos examinemos constantemente, para comprobar si en verdad lo consideramos a Él como nuestro más grande tesoro. En: Adoracion
17/2/2010 0 Comentarios La fuente de la alabanzaEn ti me alegraré y me regocijaré; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo. Salmo 9:2 En este versículo podemos observar el lugar del cual surge la alabanza hacia el nombre de Dios: un corazón que encuentra su alegría y su regocijo en el Señor. La verdadera alabanza no es sino una manifestación del desbordamiento de un corazón que siente una sincera alegría en su Dios y en nadie o nada más. Dios, transforma nuestro corazón para que encuentre su única felicidad en Ti. Entonces de nuestros labios brotará la verdadera alabanza |
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